Por cada vez que Rosalía gana

Rosalía acaba de ser la primera española en ganar un MTV Video Music Award. De hecho, ha ganado dos. Pero por cada vez que Rosalía gana, hay muchas otras que pierden algo.

Por cada vez que se elogia a Rosalía por ir con chandals extravagantes, hay muchas otras a las miran de reojo en las tiendas por ir vestidas igual, no vaya a ser que roben algo. Por cada vez que se admira lo “auténtica” que es su música y estética “gitana”, hay muchas otras a las que se discrimina por “no querer integrarse en la sociedad” (sociedad blanca y paya, por supuesto). Y cada vez que Rosalía hace declaraciones como “Decir que la moda es machista es como decir que el flamenco es de los gitanos. No es verdad”, todas estas ideas calan un poquito más.

Por cada vez que le canta a Undebel, un dios gitano al que no adora, y nos parece super cool. Por cada vez que emula, poco disimuladamente, el “Yeli” y la prueba del pañuelo, y nos parece que está marcando tendencia. Muchas otras veces miraremos por encima del hombro a la gitana que reproduzca esta tradición, y nos parecerá que está perpetuando una cultura machista.

Por cada vez que Rosalía lanza una colección de ropa con Inditex y miles de fans se lanzan a comprarla, hay otras miles de trabajadoras textiles siguen siendo explotadas en países menos desarrollados.

Rosalía ha recibido dos premios MTV. Y en la gala ha cantado “Aute cuture” para disfrute de cientos de miles de personas. También la cantó en el Primavera Sound, donde previamente Putochinomaricón había hecho su activismo sobre el escenario. Y por cada vez que Rosalía recita eso de “sangría y Valentino, en el Palace y en el chino”, hay miles de oyentes vuelven a hacer esa asociación racista de “chino = malo, pobre, de imitación”.

Rosalía, por lo visto, ha hecho historia. Y por cada vez que una persona con tanto poder y visibilidad como Rosalía, lo emplea para invisibilizar y pisotear a las de siempre, hay muchas otras que pierden. Como siempre.